miércoles, 5 de junio de 2013

Truly, madly, deeply. [Capítulo 1]

7:30 am. Hoy era el último día de curso, el día que me iba a Barcelona y otro día malo presentía que iba a pasar, aunque espera que fuera "bien". 
Como todos los días, me preparo y a las 08:00 am salgo de casa. Voy andando. Una chica que vive cerca mío, con la que siempre me he llevado mal (ella es de esas personas que insultan fácilmente y bueno... ya me entendéis) y me encuentro algún día. Y, para mi desgracia, hoy es uno de esos algunos días. Para empezar, me mira mal. Bastante mal. Bonita forma de empezar el día. 'Hoy no, por favor', pienso.
Llego al instituto y la cosa parece seguir igual. La gente me mira mal y sigo sin saber por qué. ¿La ropa? Llevo unos shorts vaqueros, una camiseta básica blanca, una chaqueta azul y mis Andy-Z azules, como muchas de por aquí. ¿El pelo? Suelto y rizado, como muchas de por aquí. 'Madre mía, la que me espera hoy...', ese pensamiento no debería haber pasado por mi cabeza.
Llega el recreo y voy a la cafetería con Julia, como todos los días. Ella es la única persona "que me entiende", sin contar a Jorge. Ellos son mis mejores amigos. Tienen la vida que a mí me gustaría, con millones de amigos y millones de planes, pero... Me da la sensación de que la gente habla de mí y me parece oír mi nombre en alguna conversación pero no hago caso de ello, serán imaginaciones mías.
Llegamos al recreo y nos sentamos a hablar junto a un muro que está al lado de la puerta por la que pasan los coches al instituto. Empiezo a notar como la gente me mira y se ríe. Cada vez que la gente que "me conoce" pasa por delante, me parece oír que comentan sobre mi y Barcelona. Respiro hondo deseando que solo sean imaginaciones mías, 'Hoy no, por favor', vuelvo a pensar.
Al sonar la sirena para ir a clase, Julia y yo vamos juntas, como siempre, pero hoy nos paran. Era Jorge.
- Eh, Clara, ¿es verdad?
- ¿El qué es verdad?
-  Nada, déjalo.
- Pe... - Antes de que acabe, se va. ¿Verdad? ¿El qué es verdad? El miedo recorre mi cuerpo. Tengo el presentimiento de que es algo malo, como siempre.
- Clara, tranquila, seguro que no es nada malo. - Julia no consigue tranquilizarme del todo. 
Las siguientes clases pasan lentas y, por fin, la mañana acaba y me despido de Julia con un fuerte abrazo. A ella la echaría de menos de verdad. Y a Jorge, claro está, pero no le veo a la salida del instituto. Hoy estaba raro, muy raro.
Llego a casa para comer. Estoy cada vez más nerviosa, cada vez queda menos para irme a Barcelona y aún no estaba segura de si sería buena idea eso de irme tan lejos. Casi ni como, raro en mi.
- Clara, ¿estás bien? - pregunta mi madre.
- Sí, solo estoy nerviosa y no tengo mucha hambre.
- Tú tranquila, estarás bien. No me hace mucha ilusión que te vayas, pero... Es por tu bien. - Tras estas palabras de mi madre, sonrío.
Ya era la hora de irnos. Mi padre nos lleva en coche hasta la estación de tren. Ya no puedo estar más nerviosa y me despido de mis padres, ya es la hora de coger el tren. Les doy un beso y voy hacia mi asiento. Los nervios pueden conmigo.
Cojo mi móvil y me pongo los cascos, enciendo la música y el tren sale.


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